En nuestra permanente búsqueda por explorar nuevos valles ytécnicas para crear nuevos vinos, muchas veces tenemos éxito y logramosmaterializar el vino que soñamos en nuestra cabeza, pero en otras ocasionescomprobamos que nuestra intuición y conocimiento no son infalibles. Usualmenteestos esfuerzos no se conocen porque no se materializan en un vino que salga ala luz, sin embargo, para nosotros, estos esfuerzos son siempre necesarios yaque nos dejan importantes enseñanzas. Esta prueba y error a pequeña escala esparte fundamental del quehacer de los viticultores y enólogos. En 2009, creíamos tener todo claro cuando plantamos nuestroCampo La Moralina, en la precordillera de...