Traer a la luz antiguos viñedos y la búsqueda de nuevosorígenes ha sido parte de nuestro trabajo desde la fundación de Viña Morandé.Hace más de 30 años, fuimos pioneros del valle de Casablanca, así como tambiénde la creación de las primeras botellas de Carignan de Maule y de Cinsault deItata, reflejo de esta pasión. Fieles aese espíritu, hemos buscado hacer vinos en la Araucanía, particularmente en elvalle del Malleco, en los alrededores de Traiguén, con uvas de Chardonnay yPinot Noir.
La extrema latitud sur, la relativa sombra de lluviasgracias a la cordillera de Nahuelbuta y los suelos volcánicos dan vida a dosvinos cuyo eje es la tensión de su estructura y la pureza de sus aromas ysabores.
La extrema latitud sur, la relativa sombra de lluviasgracias a la cordillera de Nahuelbuta y los suelos volcánicos dan vida a dosvinos cuyo eje es la tensión de su estructura y la pureza de sus aromas ysabores.
Nuestro Chardonnay Black Series, fermentado 80% en barricasfrancesas de 300 y 400 lt, 35% nuevas y un 20% en Fudres es un gran ejemplo dela altura que está alcanzando en Chile esta variedad. La elegancia de su fruta,sin dulzor, su estructura dominada por una acidez importante pero equilibrada,las notas florales y carácter mineral y austero son el resultado de esteterroir y de nuestra interpretación de él, a través del vino.
Por su parte, nuestro Pinot Noir Black Series es unexcelente exponente de los suelos de brecha volcánica, ricos en fierro,desarrollando un vino con estructura tánica de trama fina, intensamente frutaly discreto a la vez.
Son vinos que nos auguran una longevidad rara vez alcanzadaen estas variedades en nuestro país, gracias al clima templado de sus cortosveranos, que obliga naturalmente a la parra a producir pocos racimos paraalcanzar la madurez, la cual es pausada y constante.
Sin duda, La Araucania es una apuesta arriesgada debido a suclima frío y lluvioso, pero nos paga con vinos como los que orgullosamenteofrecemos a los amantes de estas dos variedades de la Borgoña. Un gran acierto,a mis ojos.